Una participación amena y reflexiva fue la que el maestro Rubén Torres Medina realizó como presentador del libro “Repensar el 85” del periodista Martín Zermeño, citando al gran emperador Marco Aurelio, él decía que a veces creemos tener toda la razón, juzgamos, pensamos, opinamos y condenamos sin darnos cuenta que solo tenemos solo una parte del entorno.
Al referirse al 85, aseveró “Cada quien tiene su visión de lo que fue el movimiento universitario y de lo que fue la universidad y de por qué se gestó este movimiento”.
Al compartir sus vivencias en torno al movimiento del 85, el maestro Rubén Torres Medina, señaló que el detonante en ese momento de todas esas inconformidades fue el que el rector De las Casas Duarte quiso volver a reelegirse. ¡Que había inconformidades, si, si las había! Comento enfático, pero, aunque parecía que estaban bien planchadas con los alumnos, y con nosotros los maestros, la realidad es que en el momento en que el rector decide volverse a reelegir, ya tenían andado camino otros maestros, entre ellos liderando un movimiento fuerte hacia la rectoría, el maestro Sergio de la Torre Hernández, en la Facultad de Contaduría. Y cuando el rector había prometido que no se iba a reelegir, y al último dice que siempre sí, hay inconformidades, y entre ellos yo, pues Sergio me había dicho quiero que forme parte de mi equipo, y pues yo ya me hacía ilusiones, despertando risas en los asistentes.
Con su estilo característico, el maestro universitario, compartió que en aquel Consejo Universitario donde se reeligió el rector De las Casas Duarte, las facultades inconformes abandonamos el consejo, para quitarle validez a esa sesión. ¿Qué consejeros abandonamos la sesión? lanzó la pregunta y respondió, los consejeros de Conta, filosofía -que estaba dividida-, Químicas, Zootecnia e Ingeniería; entonces se quedó la mitad del consejo universitario para elegir al rector De las Casas.
En principio el movimiento no buscaba más que la” No reelección y buscaba sustituir al rector De las Casas”, las demás peticiones se agregaron en los meses en que se gestó el movimiento. El rector jugó en ese momento con el hecho de que venían las vacaciones y que ahí se iba a acabar todo, pero estos movimientos, son como el avispero, ahí están las avispas hasta que llega alguien y les pega, salen a picotear a todo mundo, y así fue.
Las acciones del rector fueron detonantes para el nacimiento del movimiento, aseguró.
Comparte nuestras notas:
