La lógica de la presidente de México, Claudia Sheinbaum Pardo, es simple a mayores impuestos mayores cambios de hábitos en la población, la medida resulta lógica en el sentido, de que lo cierto es que el poder adquisitivo del mexicano disminuirá, y tendrá menos recursos para consumir, eso en cuanto una posible disminución de consumo de refrescos y bebidas azucaradas, sin embargo habría que analizarse, porque podría disminuirse la adquisición de productos de la canasta básica y destinar ese recurso a seguir consumiendo productos como el de “la chispa de la vida”, los hábitos de una población no cambian de la noche a la mañana.
En su conferencia matutina la presidenta defendió el aumento al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) aplicado a refrescos y bebidas azucaradas, al asegurar que la medida no tiene fines recaudatorios, sino de salud pública, especialmente para combatir la obesidad infantil y enfermedades crónicas como la diabetes e hipertensión.
Durante “la Mañanera del Pueblo”, de 17 de octubre, la mandataria federal afirmó que el objetivo principal del incremento es reducir el consumo de estos productos en la población mexicana.
“El objetivo no es recaudar dinero, sino que se consuma menos. El nivel de diabetes, hipertensión, obesidad de los niños y niñas en México ha aumentado”, señaló.
Sheinbaum explicó que el diagnóstico sobre el impacto del consumo de comida chatarra y bebidas azucaradas se ha obtenido gracias al programa “Vive Saludable, Vive Feliz”, implementado en escuelas primarias del país, donde se mide talla, peso y condición física de los menores.
La presidenta planteó que el aumento al impuesto podría modificar los hábitos de compra de las familias mexicanas.
“Si se destina 100 pesos a comprar bebidas azucaradas en un mes, vas a comprar menos refresco”, afirmó.
Además, anunció que el gobierno federal impulsará una campaña informativa a nivel nacional para sensibilizar a la población sobre los riesgos del alto consumo de azúcar en la dieta diaria.
“Si este aumento tiene el efecto que las refresqueras reduzcan el 30 por ciento a la fórmula de la Coca Cola o de otras bebidas azucaradas, es doblemente bueno”, destacó.
Habría que esperar el comportamiento de la población mexicana, que no por nada, se encuentra en los primeros lugares de bebidas azucaradas del mundo.

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