Trabajadores del Servicio de Administración Tributaria (SAT) de todo el país han convocado a un paro nacional a partir del próximo 14 de octubre. La medida, que lleva por lema «Es hora de poner un hasta aquí», busca protestar por los bajos salarios, las jornadas laborales extenuantes y las precarias condiciones de trabajo que, aseguran, se han deteriorado drásticamente en los últimos meses.
Según los reportes del colectivo @satparonacional, la creciente inconformidad se debe a la sobrecarga laboral y a la falta de reconocimiento institucional. Los organizadores denuncian que «muchos de los inmuebles del país están en condiciones deplorables» y que las jornadas se extienden «más allá de las 10 de la noche sin remuneración alguna».
El Malestar Interno: Presión y Precariedad
El SAT, pilar de la recaudación federal, atraviesa una «crisis interna silenciosa». Los empleados señalan que la dependencia opera bajo una presión constante para alcanzar metas recaudatorias históricas, pero sin los recursos necesarios.
Trabajadores de estados como Veracruz, Puebla, Jalisco y el Estado de México reportan fallas en la infraestructura, mobiliario obsoleto y filtraciones en las oficinas. Aseguran que la carga de trabajo se ha duplicado desde 2020, mientras los sueldos se mantienen estancados y las horas extra no se remuneran. Este ambiente laboral tenso contrasta con los «privilegios y bonos» que, según denuncian, se mantienen a nivel directivo.
El Contraste con el Discurso Oficial
Los manifestantes critican la «incongruencia» entre los récords históricos de recaudación que presume el gobierno federal y las condiciones precarias que hacen posible ese éxito. Los trabajadores operativos, quienes sostienen los procesos diarios de atención y fiscalización, señalan que el «trato desigual» los ha dejado sin insumos básicos.
Los empleados exigen una mesa de diálogo directa con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). Advierten que, de no obtener una respuesta, el paro del 14 de octubre se transformará en una huelga indefinida.
Impacto Potencial a Nivel Nacional
De concretarse, el paro podría paralizar trámites esenciales para la ciudadanía y las empresas, como la emisión de facturas electrónicas, devoluciones y atención presencial. Especialistas alertan que un conflicto laboral en el SAT podría traducirse en significativos retrasos en la recaudación y fiscalización, impactando directamente en las finanzas del gobierno federal y su capacidad para sostener el gasto social.

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